No hay nada como hacer algo diferente y aceptar un plan espontáneo.
Nada como desafiar el mal tiempo y acabar el día con una buena dosis de rigolade.
Fue en 1641 cuando el cardenal Richelieu ordenó la construcción de este teatro sobre el ala este del Palacio Real. Un Palacio Real que otrora se llamaba Palacio Cardenal, el cual, elevado también bajo el poder de Richelieu fue una herencia al joven rey Louis XV quien, todavía niño, se instaló en dicho palacio.
Un teatro que sobrevivió a dos incendios y a más de tres siglos de representaciones. Con un interior magníficamente redecorado según el estilo neo-Luis XV extremadamente generoso en lo que a ornamentos dorados se refiere.
- Y todo eso au 38, rue Montpensier: le théâtre du Palais Royal;
- Comedia más que recomendada: Les Bonobos;
- Happy hour avant théatre: au bistrot café "Reflets de scène", donde sugiero encarecidamente probar sus coktails de champagne.
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Reflexiones espontáneas