Esto era un sueño, un primer trabajo y una nueva vida. Una crêpe de chocolate ante una sonrisa azul que escucha una melodía envolvente mientras se pierde románticamente por las calles y entre las páginas de cualquier libro...

jueves, 6 de enero de 2011

Les Rois à Barbus

Siempre es bonito mantener las tradiciones, n'importe où tu sois.

Después de dos a
ños en Alemania sin carbón ni regalos, sumida en la incertidumbre de si no había sido suficientemente buena para alguna sorpresa ni suficientemente mala para recibir carbón, parece ser que los Reyes sí pasan por París antes de regresar a Oriente, y, a juzgar por todo eso que rebosa de las botas negras sí, resulta que esta vez he sido buena, y mucho.


Aprovecho para decir que me encanta mi casa, mis
collocs y todos los okupas que una o dos veces por semana mínimo asaltan nuestro salón-sala de invitados.

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Reflexiones espontáneas