Cuenta una anciana leyenda finlandesa que los zorros árticos corrían por los montes lapones golpeando la nieve con sus colas. La inaudita velocidad de su carrera hacía soltar chispas en cada golpe con la nieve, dando lugar a un espectáculo de luces brillantes en el cielo, es decir, las auroras boreales.
No sé vosotros, pero si el mundo no se acaba, como así espero que sea, no pienso morirme sin ver antes el cielo vestido de rojo, verde y azul plateado.
Donde la poesía es de colores y baila al ritmo de Bóreas.
Y yo quiero ir contigo ver Aurora borealis =D
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