Esto era un sueño, un primer trabajo y una nueva vida. Una crêpe de chocolate ante una sonrisa azul que escucha una melodía envolvente mientras se pierde románticamente por las calles y entre las páginas de cualquier libro...

viernes, 22 de junio de 2012

La Fête de la musique


Hay cosas que, año tras año, no cambian y el resultado sigue siendo igual de espectacular.


Una de ellas es la Fête de la Musique, durante la cual París entero se engalana de notas de colores.



El año pasado fue el 12ème, en Bercy, con la magnífica melodía congoleña de Benda Bilili.

Este año el elegido fue el 11ème, a lo largo del Canal Saint Martin, desde Jacques Bonsergeant hasta Goncourt.

Comenzando por la rue de Marseille con un stand improvisado donde un alegre DJ reggea y un espontáneo cantante adornando la música de versos jamaicanos, hasta llegar a lo largo y ancho del quai Valmy con una enorme selección de estilos. Desde unos enormes altavoces de "bakalao" hasta la dorada música balcánica del grupo El Pieso Maji, pasando por un espectáculo de batucada brasileña y llegando hasta una multitud congregada ante le gros son electro saliendo de una ventana. Como afirma un antiguo dicho, de todo hay y de todo debe de haber en la viña del Señor.

Continuar adelante y cruzar el canal para comenzar a sentir, a la mitad del puente, la magia de las notas desprendidas por una guitarra eléctrica. Y por fin olvidar la música electrónica para dejarse conquistar por una batería, un bajo y dos guitarras y zambullirse en los clásicos del rock: desde los Rolling a temazos como Born to be wild o Rebel Rebel.

Y finalizar la soirée en la esquina de rue Bichat con rue Alibert con dos conciertos excepcionales. La fusión del fanfare-ska con el reggea-dub. La entrañable unión del arte de una dorada orquesta de trompas, trombones y trompetas con el conjunto formado por una batería desbordando alegría, un clarinete, un bajo, dos guitarristas y unos timbales-xilófono-pandereta de tintes mestizos.

Aplaudir con sincera devoción bajo las estrellas. Volver a casa con una sonrisa y el alma encandilada de notas embriagadas de poesía.

Vive la musique !

lunes, 18 de junio de 2012

Rome


Ramo
Orma
Amor
Roma


Estandarte de la bella Italia. Ciudad del sol resplandeciente que en verano derrite (literalmente) pasiones frente al Coliseo.

No hay nada mejor como hacer turismo sin hacerlo. Como descubrir una Roma diferente paseando por sus callejuelas entrañables de edificios cálidos, rosados y anaranjados de balcones de geranios floreados; y sus calles, avenidas y jardines envueltos en los colores de las adelfas, blancas y rosas. Terrazas inundando las calles del buen humor que desata una multitud de sonrisas.

Parques donde contemplar el límpido cielo azul bajo la sombra de un pino esperando a que pasen las ardillas. Donde cerrar los ojos varios minutos y olvidar la propria existencia. Villa Borghese o el Giardino degli Aranci. Dos recintos mágicos poseedores de magníficas vistas de la ciudad de Roma donde perder la mirada en un sinfín de cúpulas y tejados, donde atrapar un instante de levedad lejos del bullicio de sus calles y donde contemplar, junto a una pequeña brizna de hierba, todo el mundo a tus pies.



Un paseo en moto donde liberar la melena y volar a pesar de las inclemencias del tráfico y del pavimento. Y sentir a Roma más ligera que nunca bajo una alegre descarga de adrenalina.


La sera, atravesar el Tíber hacia la Piazza Trilussa, para ser asaltados en plena calle por la guardia Bersaglieri, quienes, sin dejar de tocar, desfilaban en formación al son de trompas, trompetas y trombas a lo largo del quartiere Trastevere. Y continuar con una más que acogliente cena degustación de todos los platos romanos destacados de la carta en el ristorante "Casetta di Trastevere".

Una escapada a la playa Freggena donde descansar la vista en el horizonte y regalarle a mis oídos esa sinfonía de olas rompiendo en la orilla, la suave caricia de la mar salada en mis tobillos. No podía faltar un emulado retorno a los orígenes.

Una cena bajo las estrellas donde combinar lo stress del ritardo con la técnica del Philadelphia y el cálculo mental para lograr un resultado positivo con la mayor eficacia entre lo que va a la boca y lo que se destina al plato sin volver loco al sherpa. Y degustar la vera cucina siciliana junto a un buen pedazo de melva tarifeña. 

Y sobrevivir a una intera giornatta en bicicleta bajo un sol de   justicia a 34° con parada obligatoria y baño incluido en cada fontana. Y recorrer calles, plazas esquivando turistas, coches,   motos y cámaras fotográficas, disfrutando de la brisa armonizante del verano. Y descubrir, entre otras, la Piazza S. Ingnazio, una plaza que es un escenario de teatro con una iglesia cuyo mural del techo posee una profundidad sobrecogedora. Y contemplar el cielo azul a partir de la apertura de la boveda circular del Pantheon, el "tempio di tutti gli dei" ahora dedicado a uno solo. Y terminar la jornada con un poco de "free time" para tomar el aperitivo.



Decir que no me gusta el whiskey pero, musha ring dumma do damma da, la melodía de Thin Lizzy se ha convertido en la banda sonora por excelencia de un largo, larguísimo fin de semana impeccabile.




Grazie ancora a Agu ed a Matteo por ocuparse de todo lo necesario para un fin de semana spettacolare.


jueves, 14 de junio de 2012

De l'espoir (I)


"La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida".
Erich Fromm

Nadie dijo que fuera fácil tener esperanza. Y, sin embargo, no hay nada más sencillo que el conservar la ilusión y dejarse llevar por una despreocupada confianza en la vida.

Una esperanza colmada de estoica paciencia a la que, sin embargo, y gracias a nuestra condición humana, se le permite quebrarse imprevisiblemente si rompemos a reír o a llorar, pues se dice y se comenta que vale la pena hacerse añicos por esos dos sentimientos.

Y la mejor forma de sobrevivir a la esperanza (y a nosotros mismos) es detenernos un momento a respirar el presente, frenar en seco y alejar la angustia del pasado o el caos venidero. Cultivar el arte de la paciencia activa, de la espera productiva inmersa en el Aleph; de la codiciada, anhelada y rara vez confesada, paz interior. Y experimentar de ese modo lo que decíWilliam Blake: "podemos ver el infinito en un grano de arena, y la eternidad en una flor".

La esperanza de un cambio espontáneo y la confianza en el resultado de nuestras acciones. El convencimiento de que, per fortuna, l'orizzonte non è limitato.



Una esperanza latente en nuestro interior que, sin darnos cuenta, nos sonríe y nos guía hacia un puerto seguro.

martes, 12 de junio de 2012

Largo al factótum...


... della città!



Una ópera bufa de risas despreocupadas que favorece la perenne sonrisa en los labios gracias a su música melodiosa y vivaz, y la risa fácil gracias a los diálogos y conductas de los personajes.

El Barbero de Sevilla, Almaviva, o la precaución inútil, libreto en italiano de Cesare Sterbini y música de Rossini.


Magnifico Figaro, bravissimo conde, fortunata Rosina e cattivo dottore.


Una ópera de cuento con final feliz donde prevalece el amor y los malos se rinden sin oponer mucha resistencia ante esa evidencia. Donde la inocencia y la picardía son dos caracteres indivisibles de los personajes.

Y todo aderezado con un decorado espectacular, la idílica representación de una casa andaluza con fuente en el patio incluida o de las montañas de un desierto bajo el cielo estrellado.

Obra a ne pas manquer actualmente en la opéra Bastille.


lunes, 11 de junio de 2012

Soirées improvisées (I)


Me encantan las soirées improvisadas en París.

Ese dejarse llevar por un mensaje de última hora, aceptar una proposición (decente, siempre) sin preguntar más que la dirección y la hora de encuentro. 

Y descubrir así un antiguo teatro enmascarado tras una sobria fachada de al fondo de una calle y un grupo de teatro amateur; en una comedia que aunaba breves actuaciones musicales y contorsionismo, la sencillez y pasión de aquellos que voluntariamente y sin afán de lucro se ofrecen plenamente a su público. Y aunar en una sola pieza, en una Comédie à l'italienne, fragmentos de los grandes de la comedia romàntica de siempre: Goldoni ("Les jumeaux venitiens", "Le joueur", "La femme fantasque"), Shakespeare ("Romeo et Juliette"), Musset ("On ne badine pas avec l'amour", "Les caprices de Marianne"), Molière ("Don Juan"), Cocteau ("Le mensonge") y Reignard ("Les folies amoreuses").


Antiguo salón de teatro y música del castillo de Boulainvilliers, el teatro de Ranelagh combina sobriedad y elegancia con un leve toque bohemio. Su sala comenzó siendo un cinéma d'art et d'essai para adquirir un carácter polifacético con los años, acogiendo espectáculos de circo, música, teatro y danza. Con todo, dicha sala conserva actualmente el despliegue original de una elaborada carpintería de roble que abarca asientos, palcos, paredes y techo.

aceptar otro rendez-vous aunque este se encuentre a más de media hora de metro y en banlieue. Una invitación a un "coktail galicien" bajo el sol del atardecer y el sonido de la gaita en la terraza de un resto-bar junto al Sena.

Con una mesa repleta de Albariño y Ribeiro y un batallón de camareros con bandejas repletas de polbo á feira, queixo de tetilla y trozos de bola. Y, de postre, un poco de muiñeira.

La mejor receta para curar la morriña de la forma más espontánea y auténtica posible.


Invitación al teatro o a una soirée en terrasse "coktail galicien", quién da más? 

"Si nous ne dormons pas c'est pour guetter l'aurore qui prouvera qu'enfin nous vivons au présent".
Robert Desnos

jueves, 7 de junio de 2012

Roland Garros


Inspirada por la misiva de MAP "tout oser tout essayer, tout apprendre et tout prétendre" sentí que "moi je veux tout voir, tout faire, tout dire et tout entendre" y de ese modo no pude rechazar una entrada para el Roland Garros.

Decir que, sin haber visto nunca jamás un partido entero de tennis, me encantó. Que, aunque prefiero jugar antes que ser una mera espectadora, reconozco que eso era arte y acción, y sobre todo que estaba muy lejos de la idea preconcebida y amateur que yo tenía acerca de lo que es jugar al tennis. Lo nunca visto en decoro y respeto entre público y jugadores.


Un día de sol espléndido, el más luminoso de la semana para descubrir la belleza de la elegancia en cada golpe de raqueta; además de aumentar mi vocabulario de palabras nuevas. Y salir del recinto con más ganas de jugar al tennis si cabe. Motivada. 

viernes, 1 de junio de 2012

Varsovie



Nunca una ciudad había estado sometida a tanta reprobación ni a tanta desidia. Siempre bajo el yugo de la alabada Cracovia, perfecto referente de Polonia.


Y quizá porque cuando no esperas encontrarte nada especial, y aún así lo encuentras, ese hallazgo se magnifica. O quizá porque fui con el pleno convencimiento y la ilusión de disfrutar de Varsovia tanto o más de lo que disfruté en Cracovia. Tal vez fue la falta de expectativas ante un monumento en concreto, de la coletilla de "lo hay que ver" lo que me forzó a buscar esa belleza intrínseca que implícitamente nos rodea y que permanece invisible a nuestros ojos. Porque "no había nada que ver" y yo quería verlo todo.


Una universidad ecológica que combinaba parterres con enredaderas, y unas escaleras interminables bordeando un parque sobre su tejado. Con una arquitectura que emulaba un invernadero, el recipiente perfecto donde cultivar el estudio. Un jardín botánico cual un bunker de naturaleza salvaje en medio de la jungla de asfalto, lleno de ideas para mi futuro jardín. Unas entrañables cafeterías-librerías llenas de inspiración. Un paseo por sus calles reconstruidas, sus casas salpicadas de metralla, la mezcolanza de decadencia y progreso de algunos barrios, su renacimiento bohemio, la vitalidad de sus avenidas.


El hipnótico juego de luces a lo largo de la muralla junto al cálido rumor de la brisa nocturna, creando una atmósfera sosegada envuelta de romanticismo desde las estrellas hasta el pavimento empedrado. Un pedazo de inaudita levedad.


Quizá  fue el rencuentro con un viejo amigo, la chapa interminable, el sol radiante en un cielo azul infinito, los conciertos espontáneos en calles y avenidas aleatorias, el sentimiento de paz y armonía.




Sin duda fue el compendio de todas esas pequeñas cosas lo que me enamoró de la ciudad e hizo del fin de semana un viaje excepcional.


Dziękuję a Borja y Ania por su acogida y por descubrirme Varzawa. Por reavivar mi musa adormilada.


"Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos."
Walt Whitman