Hay cosas que, año tras año, no cambian y el resultado sigue siendo igual de espectacular.
Una de ellas es la Fête de la Musique, durante la cual París entero se engalana de notas de colores.
El año pasado fue el 12ème, en Bercy, con la magnífica melodía congoleña de Benda Bilili.
Este año el elegido fue el 11ème, a lo largo del Canal Saint Martin, desde Jacques Bonsergeant hasta Goncourt.
Comenzando por la rue de Marseille con un stand improvisado donde un alegre DJ reggea y un espontáneo cantante adornando la música de versos jamaicanos, hasta llegar a lo largo y ancho del quai Valmy con una enorme selección de estilos. Desde unos enormes altavoces de "bakalao" hasta la dorada música balcánica del grupo El Pieso Maji, pasando por un espectáculo de batucada brasileña y llegando hasta una multitud congregada ante le gros son electro saliendo de una ventana. Como afirma un antiguo dicho, de todo hay y de todo debe de haber en la viña del Señor.
Continuar adelante y cruzar el canal para comenzar a sentir, a la mitad del puente, la magia de las notas desprendidas por una guitarra eléctrica. Y por fin olvidar la música electrónica para dejarse conquistar por una batería, un bajo y dos guitarras y zambullirse en los clásicos del rock: desde los Rolling a temazos como Born to be wild o Rebel Rebel.
Y finalizar la soirée en la esquina de rue Bichat con rue Alibert con dos conciertos excepcionales. La fusión del fanfare-ska con el reggea-dub. La entrañable unión del arte de una dorada orquesta de trompas, trombones y trompetas con el conjunto formado por una batería desbordando alegría, un clarinete, un bajo, dos guitarristas y unos timbales-xilófono-pandereta de tintes mestizos.
Aplaudir con sincera devoción bajo las estrellas. Volver a casa con una sonrisa y el alma encandilada de notas embriagadas de poesía.
Vive la musique !