Inspirada por la misiva de MAP "tout oser tout essayer, tout apprendre et tout prétendre" sentí que "moi je veux tout voir, tout faire, tout dire et tout entendre" y de ese modo no pude rechazar una entrada para el Roland Garros.
Decir que, sin haber visto nunca jamás un partido entero de tennis, me encantó. Que, aunque prefiero jugar antes que ser una mera espectadora, reconozco que eso era arte y acción, y sobre todo que estaba muy lejos de la idea preconcebida y amateur que yo tenía acerca de lo que es jugar al tennis. Lo nunca visto en decoro y respeto entre público y jugadores.
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Reflexiones espontáneas