Esto era un sueño, un primer trabajo y una nueva vida. Una crêpe de chocolate ante una sonrisa azul que escucha una melodía envolvente mientras se pierde románticamente por las calles y entre las páginas de cualquier libro...

viernes, 22 de julio de 2011

Nostalgique

Nostalgia.

Es impresionantemente fácil caer en la nostalgia. Basta pensar en el día de ayer, en el erasmus, en la universidad, en los años de colegio mayor, en el momento en que aprendimos a andar en bicicleta.

Pero, sobre todo, la nostalgia acecha con más fuerza que nunca cuando, de repente, nos estancamos de nuevo, no sabemos por dónde tirar y lo más fácil y recurrente es mirar al pasado, pues allí todo nos parece mejor, más amable, más seguro, aquellos "buenos tiempos" que ya no volverán...

Fotos, sonrisas, reencuentros, cartas de amor, promesas, risas, una canción... Todo se convierte en una boya, en un salvavidas de emergencia cuando nos sentimos naufragar, cuando buscamos algo a lo que aferrarnos perentoriamente.

Pero hay algo mucho peor que la nostalgia, y es la añoranza de aquello que nunca ocurrió, de lo que pudo haber sido y no fue, de esos sueños que se han quedado congelados en el tiempo. Esa es la nostalgia a esquivar, a no permitir que eche raíces en nuestros corazones; pues se corre el riesgo de que se afiance como un lastre pesado que reduce el movimiento y hay que seguir avanzando, pase lo que pase, siempre hacia delante.

Et alors,
como bien leí una vez, en el momento justo y necesario (aprovecho para recomendar el libro de "Saber perder" de David Trueba), non piangere, coglione, ridi e vai!!!


Tutto è possibile per chi non si arrende e difende il sogno che ha, mentre il sole che scende saluterà!

martes, 12 de julio de 2011

Sous la pluie


Caminar bajo una finísima lluvia de verano sobre un pavimento rutilante a la luz de las farolas después de una jornada intensiva, complicada, dudosa, con demasiadas cargas que se amontonan entre el corazón y la cabeza.

Caminar al compás de las gotas de agua que acarician el rostro.

Caminar y sentir por un momento toda la levedad del ser, despojada de tanta nostalgia de aquello que pudo ser y no fue.

Caminar hasta l'arrêt de bus, al resguardo de la marquesina, con la vista indecisa entre un libro y el agua engarzada en las estrías de luz nocturna.

París se relaja y respira profundamente mientras se deja masajear por unas diminutas pero contundentes gotas de agua. Gotas repletas de polución, como toda gran ciudad que se precie, para qué engañarnos, pero que también poseen su particular belleza.
Paris la nuit. Apacible, silencioso, luminoso, mágico.


lunes, 4 de julio de 2011

SDF

Sans-domicile-fixe, c'est moi.

No tan homeless porque siempre hay un hueco por ahí para mí y mi archiconocido maletón azul (al que ahora acompaña una pequeña maleta roja), pero sí con la incertidumbre de dónde acabará en los próximos días (
je touche du bois) y en los próximos meses, y en los años venideros.

Afortunadamente, París bouge y está dotada de un encanto mágico llena de actividades, de conciertos, de viajes, de gente que viene y que va, de amigos de amigos de amigos que acaban por ser tus amigos y lo mejor de todo es que es capaz de sorprenderte con una
colloc el día menos pensado.

Sólo una cosa está pactada con el destino: el contenido de mi maleta azul se asentará el día menos pensado en una acogedora casa con jardín. Dónde y cuándo forman parte del entrañable misterio que atañe a cada uno llamado "vida".

Mientras tanto, queda muchísimo camino que recorrer, que
rotolare, que moldear, que esquivar, que trabajar, que diseñar, construir y reconstruir, con muchas semillas que plantar a ambos lados del sendero y flores que cuidar.

Así pues, como bien dijo el poeta,

Así es mi vida,
mi vida, piedra,
como tú.
Como tú,
piedra pequeña,
como tú,
piedra ligera,
como tú.
Como tú,
canto que ruedas,
como tú,
por las veredas,
como tú.
Como tú,
guijarro humilde,
como tú,
de las carreteras,
como tú.
Como tú
piedra pequeña,
como tú,
como tú,
guijarro humilde,
como tú.
Como tú,
que en días de tormenta,
como tú,
te hundes
en la tierra,
como tú.
Como tú
y luego
centelleas,
como tú
bajo los cascos,
bajo las ruedas;
como tú.
Como tú,
piedra pequeña,
como tú,
como tú,
guijarro humilde,
como tú.
Como tú,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia,
ni piedra de una audiencia,
como tú,
como tú.
Como tú,
piedra aventurera,
como tú,
que tal vez estás hecha,
como tú,
como tú,
sólo para una honda,
como tú,
piedra pequeña,
como tú,
como tú.
León Felipe