Esto era un sueño, un primer trabajo y una nueva vida. Una crêpe de chocolate ante una sonrisa azul que escucha una melodía envolvente mientras se pierde románticamente por las calles y entre las páginas de cualquier libro...

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lunes, 9 de febrero de 2015

Au revoir !



Más de cuatro años que han discurrido a uno y otro lado del Sena.

Cuatro arrondissements (5ème, 9ème, 12ème y 11ème), y un quinto (el 13ème) que he tenido la suerte de disfrutar antes del départ.


Más de cuatro años de teatros, óperas, salidas espotáneas, conciertos, vernissages, apéros en el Sena, apéros en casas, apéros de happy hour infinitos, museos, exposiciones, resto+café domingueros, week ends de TGVs, carretera y aeropuertos, de cocina experimental, vegana, vegetariana y locuritas varias, de guitarra, cantando a Nino Bravo desde el fondo de las amígdalas, de encuentros y reencuentros, de vélib bajo el sol, la lluvia o la nieve, de montagnards y crêpes a horas intempestivas, de paseos interminables sin rumbo fijo, de salons des vignerons, de picnics, de jardinería en el balcón, de atardeceres junto al Sena o desde Montmatre, de domingos de marché de fruits et légumes, de passages, de jogging a lo largo del canal de Saint Martin, de fútbol, rugby o tennis, de té-guitarra-libros-vinilos a la luz de las velas en el salón Bréguet, de comidas de domingo, de festivales, de soirées, tantísimas soirées.

Más de dos años de hostel Bréguet, cuyos muros y su superficie de 42 m2 han revelado una capacidad inaudita en la acogida de huéspedes con su equipaje, y mis pingos y libros. Un verdadero hogar donde retornar tras cada viaje, un remanso de paz en medio de la vorágine parisina donde amarrar el corazón, dar rienda suelta a la creatividad y sobre todo al amor. Un amor que se construye, crece y se defiende cada día. 

Más de cuatro años con sus altos y sus bajos, aunque con un balance realmente alto, siempre con la ondulada cadencia armoniosa que es la vida.

Casi cuatro afortunados años de familia parisina, algo que, por muy magnifique que sea la vida en París, y por muy cliché que sea esta frase, sin vosotros no hubiera sido lo mismo. Con una mención especial a mi colloc de adopción, donde a pesar de tener cuatro habitaciones libres a veces preferíamos estar todos en la misma, y que aunque solo haya sido un mes, se ha quedado grabado en mi mente. Sin olvidar que he encontrado a mi media langosta capaz de concretizar el plan perfecto para montar una librería.

Y siguiendo con mi estilo, siempre nos quedará Paris... y Singapour!


Life is a journey, not a destination


Próximas aventuras, viajes y divagaciones varias en:

domingo, 8 de febrero de 2015

Paris - Singapour


Paris - Nantes - St. Nazaire

Paris - Bruxelles - Liège

Paris - Madrid - La Corogne - Miño

Paris - Frankfurt - Darmstadt

Paris - Barcelona - Villafranca del Penedés

Paris - Rennes

Paris - Vannes - Theix

Paris - Bordeaux - Arcachon

Paris - Valencia - Castell
ón - Benicassim

Paris - Champagne Ardene


Paris - Saint Gilles Croix de Vie

Paris - Lyon - Fleurs

Paris - Cagliari - Palau - Sassari

Paris - Madrid - Albacete

Paris - Dijon

Paris - Budapest

Paris - Dieppe

Paris - Chambéry - La Féclaz

Paris - Toulouse

Paris - Sevilla - C
órdoba

Paris - Varsovie

Paris - Rome - Fregene

Paris - Nantes - Nord sur Erdre

Paris - Mykonos - Santorini

Paris - Lisboa - Cascais

Paris - Santiago de Compostela - A Coruña - Ribadeo - Ortigueira - Cedeira - Miño - Perbes


Paris - Madrid - Bailén

Paris - La Rochelle - Rochefort - L'île de Ré


Paris - Pula - Verudela

Paris - Viena - Bratislava - Budapest 

Paris -  Doha - Muscat - Nizwa - Suhar - Dubai -Abu Dhabi - Musandam - Sur

Paris - Mont Saint-Michel - Cancale - Saint Malo - Dinan - Dinard - Theix - Pornichet - Rennes

Paris - Panamá City - Isla Contadora

Paris - Hendaya - Bilbao - A Coruña - Ortigueira
- Illas Cíes

Paris - Avignon - Apt


Paris - Blois - Chambord

Paris - Palermo - Castellamare del Golfo - San Vito lo Capo - Porto Empedocle - Selinunte - Agrigento - Scala dei Turchi - Noto - Catania - Nicolosi - Parque natural del Etna - Taormina - Cefalú

Paris - Madrid - Arévalo 

Paris - Berlín

Paris - Chartres

Paris - Brussels - Köln

Paris - Saint-Colomban - Bourges en Lac

Paris - Copenhague

Paris - Herbiers

Paris - Atenas - Voula - Cabo Sounion

Paris - Bratislava - Nitra

Paris - Tel Aviv - Beersheva - Jerusalem - Masada

Paris - Málaga - Almuñécar - Almería - Bruselas

Paris - Laussanne - Cully - Montreux

Paris - Pléneuf - Lourtuais - Erquy - Le petit Saint Michel - Lancieux - Saint Malo - Rennes

Paris - Amsterdam - Cologne

Paris - Quimper - Cap de Raz

Paris - Barcelona - Düsseldorf - Cologne

Paris - Madrid - Amsterdam - Cologne

Paris - Ajaccio - Piana - Porto - Solenzara - Porto Vecchio - Bonifacio - Sartène - Propriano - Pietrosella

Paris - Alfaro - Zaragoza - Coruña


et, finalement :

Paris - Singapour !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
 

domingo, 7 de diciembre de 2014

Saignant - Rosé



Dos palabras que, francamente, nunca pensé que diría con tanta soltura.
Lejos queda aquella mirada recelosa y, sobre todo, desdeñosa del camarero, visiblemente irritado al escuchar mi voz decir entrecôte/bavette/pavé/faux filet/magret à point, s'il vous plaît (después, claro está, de asegurarme que prácticamente se negaba a servírmelo bien cuit, la cual había sido mi primera opción).

Para aquellos carnívoros, parisinos y visitantes, recomiendo:
Pavé de boeuf en la Brasserie Flo (cour des petites écuries, 9ème), magret de canard en Les Fabricants (rue Jean-Pierre Timbaud, 11ème), Entrecôte y su fantástica salsa en le Relais de l'Entrecôte (6ème, 14ème), y, como colof'on, una magnífica côte de boeuf en Le Restaurant (rue Véron, 18ème) o en la antípodas en el portugués Pedra Alta en Boulogne.




PS1. Todas mis excusas a aquellos lectores vegetarianos o veganos por el contenido de este post.

PS2. Las autoridades sanitarias y la conciencia ecológica que todos deberíamos tener recomiendan comer carne con moderación. Además, el no abusar de los placeres y reservarlos para ocasiones especiales hace que estos sean aún más exquisitos.



domingo, 16 de noviembre de 2014

Paris insolite (III)


París renace en cada hangar abandonado, en cada uno de esos muros que parecían decrépitos y abandonados.

La Flèche d'or, una sala de conciertos entre os muros de la antigua estación de tren Charonne.
Su nombre viene del antiguo tren que, a principios de s.XIX, comunicaba cada día las estaciones de Paris-Nord y Londres-Victoria.
Situada en el 20ème arrondissement, la enorme cristalera de su sala de conciertos se abre hacia unas vías olvidadas por el hombre y reconquistadas por la naturaleza.




Siguiendo la misma línea de recuperar antiguas estaciones de tren abandonadas, se encuentra lREcyclerie.
Este bar-restaurant retoma la gare Ornano, situada a la salida de metro de Porte de Clignancourt, en el 18ème. 
Tanto esta como la estación de Charonne, en desuso desde 1934 formaba parte de la Petite Ceinture de Paris, una línea de tren intramuros que comunicaba las estaciones más importantes.


Ahora es un espacio luminoso, verde y ecológico, y para hacer honor a su nombre, todo lo que lo decora y adorna está reciclado o es de segunda mano.
Con una granja urbana en proceso de construcción, un huerto y otra sala de enorme cristalera con mesas para comer, beber o acoger talleres artísticos o sociales, conciertos, mercadillos...
Y, para el buen tiempo (o, simplemente la ausencia de lluvia con una bufanda), la terraza exterior se extiende a lo largo de las vías, frente a un huertecillo del que se nutre sus propuestas de menú vegetarianas...


Y para terminar, bajando de vuelta hacia el sur de París, una pequeña parada en le Supercoin, un bistrot "pop-rock" de cervezas artesanales. La carta es más que amplia, por ello recomiendo ir más de una vez ;)





domingo, 9 de noviembre de 2014

Manuel Rivas à Paris


Nada me gusta más que esos planes inesperados y espontáneos, sobre todo si tratan de ver, escuchar e incluso darle dos besos a uno de tus escritores favoritos.

Reorganizar la agenda para acudir rauda al Instituto Cervantes de París, a la presentación de la publicación de otro libro suyo, "Tout es silence".

Y escuchar de donde salió cada historia, cada frase, cada anécdota que había pasado desapercibida a los ojos lejanos del lector. De descifrar con él todos esos símbolos que a veces solo el autor conoce y raras veces desvela, ese camino que recorrieron las ideas por su cabeza antes de posarse en las líneas de un libro.

El mar como un personaje más, presente siempre como un telón de fondo visible e invisible al mismo tiempo, protagonista implícito de la historia y espectador mudo y atento de ella.

La oportunidad de hablarle y rescatar con él, quien escribe cada una de sus historias en su lengua materna, la misma que la mía, esa apolillada lengua gallega latente en mi interior.



“La boca no es para hablar, es para callar.”

“El mar da la vida y da la muerte. Habla por sí mismo. Su sonido se reconoce y siempre habla de recomenzar. Habla a través de signos, es un hablar iconográfico, habla con lo que transporta, lo que llega, lo que desplaza o lo que vomita. El mar habla con signos y cada cosa que expulsa es el signo de una época. Aquí el mar empezó echando naranjas y acabó echando muertos, entre los dos llegaron fardos de cocaína
".

Todo es silencio, Manuel Rivas


sábado, 25 de octubre de 2014

Du dimanche



Dominguero. 

Domingueros.

Chouffeur du dimanche, dicen por aquí.

Me encanta como suena esa palabra, puro reflejo de una buena parte de la idiosincracia española, la cual, intrínseca como es a cada uno de nosotros, no nos ha costado importarla a París.

Cambiando el metro por la bici. El sol por la lluvia, las prisas por un andar perdido entre el 2ème, el 4ème y el 11ème.

Domingo puramente otoñal de comida y café. 

Sencillo y risueño. 
Donde la lluvia no es excusa para sacarnos de casa y juntarnos. Para cebarnos a gusto con un buen montagnard, reír y aunar las versiones de cada uno sobre la noche anterior.

A sunday smile :)





sábado, 30 de agosto de 2014

Plan bar (I)



Para aquellos que pensaban conocer bien París y todas sus estaciones y líneas de metro, aqui viene un nuevo reto:


Si tengo que trazar un intinerario, que sea este, el que comprende mi esquina favorita de París: comer en la Recyclerie, degustar una cerveza nueva en el Supercoin, tomar un café en el Café A, y empezar en apéro en Chez Jeanette y el Comptoir Générale.

Desde ahí la ruta se prolonga hacia el UFO y la Fine Mousse, donde degustar otra cerveza nueva con alguna plancha. Continuar en el Tiki Lounge y acercarnos hasta el Bar Ourcq para ver anochecer en el canal, echar una partida de petanca y picar algo. Y, ya de noche, Pont Ephemère y acabar la soirée en el Glazart.



Dicho lo dicho, y como dijo un celta hace ya algún tiempo, nos vemos en... los bares!



martes, 15 de julio de 2014

Un 14 de juillet




Un 14 de julio había que pasarlo en París, al menos una vez.

Tratando de sobrellevar el baño de multitudes en los Champs de Mars de la mejor manera posible, con la Orquestra Nacional de Francia amansando las masas.



Y disfrutar de los grandes temas de Berlioz, Wagner, Puccini o del gran Verdi y su declaración de amor, el pur ti riveggo mia dolce Aida, de Radamès al atardecer, bajo un cielo azul a los pies de la torre Eiffel.

Unas melodías capaces de hacer olvidar la fatiga y la muchedumbre sedienta de espectáculo aglutinada frente a la pantalla. 


Una cadencia envolvente de notas armoniosas elevadas hacia el ocaso...

Y para clôturer el concierto, la magnífica Obertura 1812 de Tchaikovsky prepara la escena para los fuegos desde la torre Eiffel, la cual, incandescente y vestida de patriotismo auna las luces y las estampidas de las explosiones al son de la música.



Y, por supuesto, la Marseillaise como colofón de los fuegos artificiales. 




lunes, 5 de mayo de 2014

Coucher de soleil



Tombée du jour au port de la Rapée.

El cielo tiñe el Sena de un suave color carmesí. Los colores se intensifican, se atenúan, se entremezclan, se difuminan en una dinámica acuarela.


La transición de la luz del día a las luces de la noche. Y es que París, la indómita ciudad de la luz, nunca duerme.

Ah! petit prince, j'ai compris, peu à peu, ainsi, ta petite vie mélancolique. Tu n'avais eu longtemps pour ta distraction que la douceur des couchers du soleil. J'ai appris ce détail nouveau, le quatrième jour au matin, quand tu m'as dit:

- J'aime bien les couchers de soleil. Allons voir un coucher de soleil...

- Mais il faut attendre...

- Attendre quoi?

- Attendre que le soleil se couche.

Tu as eu l'air très surpris d'abord, et puis tu as ri de toi-même. Et tu m'as dit:

- Je me crois toujours chez moi!

En effet. Quand il est midi aux États-Unis, le soleil, tout le monde le sait, se couche sur la France. Il suffirait de pouvoir aller en France en une minute pour assister au coucher de soleil. Malheureusement la France est bien trop éloignée. Mais, sur ta si petite planète, il te suffirait de tirer ta chaise de quelques pas. Et tu regardais le crépuscule chaque fois que tu le désirais...

- Un jour, j'ai vu le soleil se coucher quarante-trois fois! 

lunes, 7 de abril de 2014

Cafés-librairies (I)


Al poco de llegar a París, y como buena escritora, o proyecto en curso de escritora que se precie, ya estaba tardando en dejarme caer a tomar un café con un libro y mi inseparable libreta verde al Café de Flore.

Desgraciadamente, no encontré el ambiente bohemio e inspirador que buscaba, ni la esencia de Boris VianErnest Hemingway, Truman Capote, Lawrence Durrell y Raymond Queneau que me había traído hasta allí. Ni tan siquiera encontré libros en las paredes, sino un buen número de étirés, de señoras de avanzada edad y notable pecunio, camareros estresados y, sobre todo, resabidos.

Menos mal que, con el tiempo y los paseos parisinos, esa curiosidad inextricable que me impulsa a analizar cada puerta o fachada (y más si tiene libros en ella) y que tan buenos descubrimientos me ha proporcionado.

Así pues, renuncio al pasado y cambio el vetusto café de Flore por el Flaq, por el Marcovaldo, por la cave-librairie de la belle Hortense o incluso por el Café Delmas de la place Contrescarpe, uno de los primeros cafés en los que, esperando a alguien, me senté con un libro.


El Marcovaldo (léase al genial Italo Calvino) de la rue Charlot (3ème), combina literatura y gastronomía italiana de pochi piatti, ma fatti con cura con Montelpuciano, Chianti, Frascati, birra Moretti para el aperitivo, café riquísimo o un delicioso batido fait maison. De austera decoración, mucha luz y mesas enormes donde compartir asiento entre libros, exposiciones, proyecciones, charlas...



La fourmie ailée (rue du Fouarre, 5ème), posee ese encanto bohemio, místico y risueño del barrio latino, con una decoración cálida de adornos espontáneos, pinturas y guirnaldas donde destacan los libros en sus paredes. Subiendo las escaleras, se accede a un íntimo rincón mansardé. Para comer o sentarse a leer junto a un té o un café.



El Flaq de la rue Quincampoix (4ème) mantiene esa atmósfera acogedora del Marcovaldo de tradición italiana ofreciendo, con sus mesas grandes de madera antigua invitando al encuentro y el reencuentro, los sofás de desgastado cuero, la luz tenue. Sus otros dos pisos subterráneos no hacen más que aumentar su encanto. Bajando las escaleras, encontramos el denominado "Studio flaq", una especie de habitación-museo-trastero ejemplificando el síndrome de Diógenes. Bajando al último nivel, una sala de exposiciones.


 En pleno Marais, en la rue Vielle du Temple (4ème), la Belle Hortense destaca por ser una vinacoteca-librería, donde su dueño o camarero, con su apariencia de lobo de mar te sirve una copa de vino mientras hojeas despreocupadamente sus libros, sobre todo de bolsillo.

Y, por supuesto, la librería que se ha transformado en una atracción turística más (también hay que decir que su situación en París, junto al quai de Montebello enfrente de Nôtre-Dame es de lo más emblemática), Shakespeare&Co.
En la planta baja, están disponibles a la venta todos los libros en inglés habidos y por haber, de todas las temáticas. En el primer piso, los libros no están a la venta pero pueden consultarse, hay espacio para leer, para jugar al ajedrez, para curiosear, para escribir, para tocar el piano... 


Quizás esos grandes escritores de antes, nuestros precursores, aquellos que todavía escribían con papel y lápiz, no hayan pisado nunca estos lugares, pero sí sus libros, su legado. Y también nosotros, su futuro. Y, al fin y al cabo, eso es lo que cuenta.



sábado, 22 de marzo de 2014

Paris insolite (II)


Salir de casa queriendo ver una exposición. No queriendo hacer la cola, ir a ver otra, sin saber todavía cuál.

Vélib bajo el sol de París. Antojo de pizza aux truffes en una pequeña tratoria siciliana de la rue Montorgueil. Cruzar ensuite el barrio de Sentier hasta los Grands Boulevards.  



Callejeo de rue Montergueil, rue Saint Denis, rue des petits carraux, rue de Cléry, rue de Hauteville, esas calles beatíficas tan incomprensiblemente inmunizadas del fragor de coches y la vorágine parisina. Llenas de boutiques insolites y pequeñas tiendas de épicerie fine, en donde el tiempo se detiene para degustar un buen vino y un pedazo de salchichón fait maison. Pequeño vistazo al Hôtel Bohème, y desembocar finalmente en el faubourg Poissonière. Tropezar con una librería d'occasion y proseguir la ruta con Ionesco, Le malade imaginaire, Le portrait de Dorian Grey, La jeune fille de la perle y solo tres euros menos en el bolsillo (algo que sin duda es barato en París, son los libros. Sin olvidar las pintas en happy hour). Antojo de helado y café y de hojear esas nuevas adquisiciones.


Continuar la ruta hacia el 17éme, Iéna. Bajar por la avenida du Président Wilson y descubrir el Palais Galliera, magnífica construcción neo-renacentista coronada por una tiara de columnas helénicas. Esta antigua sala de exposiciones de pinturas, ahora consagrada a la moda, guarda el honor de haber albergado en sus muros obras de Utrillo, Rouault, Matisse, Chagall, Buffet, Picasso, Léger, Braque, Kisling, Gromaire 


Y finalmente llegar a nuestro destino, un templo al arte contemporáneo, el Palais de Tokyo. Considerable edificio de la época colonial, de gigantescas columnas custodiando una terraza con vistas al Sena y a la torre Eiffel.




Que si a finales de este año voy a echar de menos París? Eso me dicen, cada vez más a menudo.

Releo este post y me doy cuenta de que lo voy a echar de menos mucho, muchísimo.



domingo, 2 de febrero de 2014

La Chandeleur



Chandeleur o Fête des chandelles. Festa candelarum o, sencillamente, Fiesta de la Candelaria.
Originariamente una fiesta pagana de adoración a la luz, fue convertida en un día para conmemorar la presentación de Jesús en el templo. El nombre de candelaria, candelarum o chandelles hace referencia a los cirios benditos con los que se llenaban las iglesias para recordar a sus feligreses que su fe es la luz del mundo.

Romanos y celtas ya celebraban fiestas en honor al fuego y su poder fértil y purificador. Los romanos lo hacían en honor a Proserpina y los celtas lo llamaban Imbolc, y en honor a la diosa del fuego Brigid recorrían los campos enarbolando antorchas para purificarlos antes de la siembra.

Hoy en día la Chandeleur es sobre todo le jour des crêpes.
Dicen que las crêpes, con su forma dorada y redonda, evocan el disco solar y el ansiado retorno de la primavera después del invierno frío y sombrío.



Otra tradición que integrar a mi agenda, otro motivo más para reunirse, para cocinar, convidar, compartir, reír, en definitiva, vivir...



martes, 7 de enero de 2014

Bonne année 2014 !!


Una Navidad con el mar de fondo. 
Un mar desbocado, un sol que apenas se atrevía a asomar sus rayos por miedo a que se los arrancara el viento.

Una Navidad entre dos países, con unos Reyes dispuestos, una vez más, a atravesar los Pirineos en el día señalado. 

Una Nochevieja rodeada de franceses que se han dejado convencer para, diez minutos antes de las 12, sincronizar la televisión española, prepararse para las campanadas de la Puerta del Sol y celebrar el año nuevo con champán y la boca llena. 


¿Y por qué uvas?, decían. La verdad, no lo sé, les respondía, y realmente tampoco me lo he preguntado nunca. Solo sé que todo el mundo que conozco estará haciendo eso y es la única manera que tengo de compartir algo con ellos desde la distancia.
¿Y cómo es posible comérselas todas sin atragantarse? Son tres años que preguntan lo mismo, y siempre lo hacen en la cuarta o quinta campanada. Y así es como se atragantan.

Un año nuevo lleno de nuevas perspectivas, de cambio de aires, de continente, de métier, de viajes, de descubrimientos...

Y como colofón, el 6 de enero, antes de ir a trabajar, descubrir los últimos regalos bajo el árbol. Y juntarnos todos después del trabajo, junto al calor del fuego, con villancicos de fondo. Y cambiar el roscón de reyes por una galette de rois. ¡Sin olvidar el turrón! Siempre hay espacio para el turrón en la maleta.


Son esas pequeñas tradiciones las que combaten con una sonrisa la morriña de la tierra que suscita estas fiestas.



martes, 10 de diciembre de 2013

Kanak, l'art est une parole


El término "kanak", o canaco, significa hombre libre, ser humano. Los canacos fueron los primeros pobladores de Nueva Caledonia,
un archipiélago de Oceanía situado al este de Australia, y al norte de Nueva Zelanda.



 Los canacos hicieron honor a su nombre "hombres libres" hasta que su isla fue descubierta por James Cook en 1774, el cual la nombró como New Caledonia, en honor a las Tierras Altas de Escocia que los romanos llamaban "Caledonia". 

A partir de entonces, numerosos misioneros y comerciantes comenzaron a llegar a la isla, aportando su cultura y costumbres y erradicando con ellas una gran parte de sus costumbre y tradiciones. Fue a comienzos del siglo XIX, cuando Nueva Caledonia empezó a formar parte del imperio de ultramar francés, convirtiéndose en una colonia penal hasta el siglo XX.


La exposición "Kanak, l'art est une parole" del museo quai Branly nos ofrece un paseo por su historia, antes y durante su colonización. Desde los cuadernos ilustrados del capitán Cook mostrando sus construcciones, paisajes y costumbres vírgenes, hasta la paulatina y silenciosa invasión de colonos y sacerdotes, y su pugna por la transformación de sus tradiciones paganas en pos del politicamente correcto "savoir faire" de occidente. 

En conjunto, la base de la cultura kanak nos enseña a abordar con respeto y humildad a nuestros semejantes, definiendo un "acte d'échange non duelliste" donde hablar y escuchar son dos funciones casi sagradas. 

Y pasear entre las innumerables y colosales tallas de madera esparcidas por las salas. Tótems, enormes puertas talladas, flechas, mazas y hachas, esculpturas y ornamentos. Impresionantes máscaras de un profundo realismo talladas en madera y adornadas con plumas, abalorios, y cabello humano. Tocados elaborados con plumas, jade y una elegante cestería. 

Un paraíso azul que nos está esperando.


Y que, afortunadamente, cada vez está más cerca, pues el 2014 promete. 


Una exposición que trata, finalemente, de coinciliar dos puntos de vista antagónicos y en numerosos aspectos negativos: el del Kanak y el nuestro, ya seamos marinos, colonos, misionarios o, simplemente, turistas. 

En el museo del quai branly, hasta el 26 de enero de 2014.




viernes, 8 de noviembre de 2013

Trois ans



1, 2, 3.

Déjà trois années passées à Paris.

Déjà trois ans que nos regards se sont croisés. Après s'être manqués deux fois en Hamburg, il était clair que notre destin se trouvait à Paris. Ma suite logique était belle et bien la France après l'Allemagne si je ne voulais pas te rater une troisième fois. Et maintenant on se lève chaque matin avec le mystère de la route que prendra notre chemin.

Moi, la tête en l'air, toi, les pieds sur terre.

Parce qu'il faut bien quelqu'un pour éviter que je m'envole dans les nuages éthérés, et parce qu'il faut tout aussi bien quelqu'un pour éviter que tu t'enfonces dans la routine parisienne métro-boulot-dodo.

Un lion au cœur d'or, une forteresse de principes sous un énorme soleil d'août qui prend soin d'une petite écureuil chaotique mais entreprenante qui n'arrête pas de courir, de songer, de te soul...soulager avec ses millions d'idées et de rêves, avec des ambitions plus mystiques que mondaines qui ont trouvé leur place dans ton infinie tendresse revêtue de pragmatisme.



jueves, 12 de septiembre de 2013

La nouvelle Seine


Un bar, un restaurante, una péniche, una sala de conciertos, un teatro.  
La nouvelle Seine.
Una obra de teatro singular, "Marx & Jenny", un combinado de teatro autobiográfico-epistolar y "One Man Show" (o, como dice su autora, "One Marx Show"). 

Cuatro personajes y una actriz.

Karl Marx, Friedrich Engels, Jenny von Westphalen y Helene Demuth, esposa y amante de Karl Marx, respectivamente.

Fechas, hechos, lugares, publicaciones, nombres, ideas, aniversarios, un torrente de datos saliendo de boca de su infatigable autora.

Aunque solo sea para disfrutar de una obra de teatro en una butaca mecida por el Sena, ya merece la pena.

Y, como colofón de la velada, al salir y pisar de nuevo tierra firme en el quai de Montebello, encontrarse frente a Nôtre-Dame iluminada y allonger la Seine hasta la estación vélib más cercana en una silenciosa noche de incipiente otoño.




sábado, 7 de septiembre de 2013

Au parc Georges Brassens


Algo genial de París es que cuando piensas que lo conoces todo, siempre hay algo que se te escapa. 



Como este especie de brocante de livres anciens et d'occasion, donde encontrar una de las primeras ediciones de "En attendant Godot" de raídas hojas amarillentas a precio de oro o la obra completa de Chateaubriand enfundada en cuero carmesí.


 

Lejos del afán coleccionista, y más cerca del anhelo literario propiamente dicho, también encontramos mesas repletas de libros de numerosas (y sobre todo míticas) editoriales, en francés, inglés, italiano, alemán o castellano, a precio irrisorio. 
Allí, rebuscando a la vez que acariciando cada tomo, encontramos a Voltaire, a Italo Calvino, a La Fontaine, a Edmond Rostand, Pierre Choderlos de Laclos, Roald Dahl, Tom Sharpe, Borges, Baricco, Balzac, Zola, Kundera, Dumas, Orwell, Flaubert, Virginia Wolf, Salinger, Dostoïevski, Camus, Baudelaire, Cortázar, Montaigne...
... todo un paraíso de arte enarbolando las palabras.





martes, 27 de agosto de 2013

Paris sous les étoiles



L'Observatoire de Paris, el observatorio astronómico más antiguo todavía en funcionamiento, fue diseñado en 1667 durante el reinado de Luis XIV. Su creador, el arquitecto Claude Perrault, era el hermano del conocido escritor de fábulas, Charles Perrault.



En su interior, es posible caminar sobre el meridiano de París, es decir, a exactamente una distancia de  2° 20' 13,82" al este del meridiano de Greenwich. Nunca unas pisadas habían estado tan milimetradas. Fueron los estudios de Jacques Cassini y François Arago quienes lograron determinar el meridiano de Francia, utilizado después para realizar la primera cartografía del país de su época.

Y, en lo alto de su cúpula, un inmenso telescopio. Una reliquia del pasado que lleva varios siglos acercando los hombres a las estrellas.


Revivir un complejo sistema de engranajes de más de cuatrociendo años para girar toda la cúpula y el telescopio en una insaciable y apasionada sed de planetas. Descubrir que se mueven más rápido de lo que a simple vista parece, capturar su imagen nítida entre tu pupila y la lente, admirarlo unos minutos antes de que se vaya de nuevo y pasar el mango del telescopio al siguiente buscador de tesoros celestes.

Son dos los planetas que brillan en el cielo en agosto, Saturno y Venus. Al anochecer, Venus en el oeste y Saturno en el sudoeste.




Una soirée distinta, especial, unas horas privilegiadas en un sencillo apéro (puede que el mejor hasta la fecha) sobre los tejados de la ciudad que nunca duerme, sobre sus luces desafiando el brillo de las estrellas.





jueves, 21 de marzo de 2013

Les mille chandelles



Un teatro ambulante, la Tour Vagabonde, réplica del famoso teatro londinense The Globe (El Globo) construido allá por el año 1600. De tan solo 12 metros de diámetro y unos 11 metros de altura, puede acoger hasta 250 espectadores repartidos en tres niveles, tal y como el teatro original había sido concebido.




"Ce que l'amour peut faire, l'amour ose le tenter", decía Shakespeare en una de sus obras más conocidas. En el caso de les Milles Chandelles, una compañía ambulante de origen suizo, su amor es puramente artístico, pues con armoniosa osadía lleva su arte y su teatro "a cuestas".

Una impresionante construcción de madera, espontánea e intinerante, una compañía de teatro à l'ancienne, un decorado de época que encarna a la perfección el mundo de Shakespeare, una coral de actores perfectamente ataviados, una obra mítica, mágica. Un guión que funde la cursilería propia del argumento en una magnífica verborrea de elegante elocuencia.

Original montaje y desmontaje de la universalidad y atemporalidad del arte dramático.

"L'amour est une fumée de soupirs; dégagé, c'est une flamme qui étincelle aux yeux des amants; comprimé, c'est une mer qu'alimentent leurs larmes. Qu'est-ce encore? La folle la plus raisonnable, une suffocante amertume, une vivifiante douceur !"
William Shakespeare

Lo encontraréis junto al Sena, en la Cité internationale des arts, 18, quai de l'Hôtel-de-Ville. Su desmontaje está previsto a mediados de julio, alors il faut pas traîner ! ;)




sábado, 19 de enero de 2013

Sous la neige


Impresionante week-end agazapado bajo un brillante manto de nieve.

Las calles de París apaciguadas bajo una capa invernal. Tejados y buhardillas forrados de terciopelo níveo. Desde lo alto de la Rive Droite, un inmaculado Sacré Coeur preside la Butte Montmatre. La estrella de la Rive Gauche, la Torre Eiffel, tiene a sus pies les Champs de Mars vestidos con una túnica blanca. Y la misma estampa es aplicable a parques, jardines, plazas y avenidas arboladas.



No dudar volver a casa en bici a pesar de los inagotables copos de nieve, aprovechando la ausencia de tráfico y el pavimento de resplandeciente blancura bajo la luz de las farolas.

Perder la noción del tiempo al perseguir con la mirada las diversas formas de innumerables cristales de hielo precipitándose sin tregua en mi balcón. Atenazar de frío mis mejillas intentando atrapar sus formas fractales simétricas y únicas.

Dice el refranero popular que, con nieve en enero, no hay año fulero

Sin duda, este es un buen comienzo :)