Esto era un sueño, un primer trabajo y una nueva vida. Una crêpe de chocolate ante una sonrisa azul que escucha una melodía envolvente mientras se pierde románticamente por las calles y entre las páginas de cualquier libro...

sábado, 31 de diciembre de 2011

Allez ! Avanti !


Viento en popa a toda vela...



Un año que termina y un año que comienza... Nuevo año, nueva singladura, nuevas ideas, nuevos cambios, nuevas formas de encarar el día a día... ¿Por qué hemos decidido que sea así el 31 de diciembre? ¿Por qué no el día XX del mes YY? ¿Por qué dejar tantos propósitos para más tarde? ¿Por qué no hacerlos ya, a partir de este mismo momento, en este día?

De nuevo, este es el segundo año consecutivo en que me acerco sin nada concreto al año que viene, y eso me encanta. Porque cuento con una nebulosa de proyectos en mi mente a punto de dilucidarse, y sobre todo con ganas de creer, crecer y hacer realidad cada palabra de esta canción, un alegre descubrimiento musical que ha llegado a mis oídos en el momento preciso:






¿Se puede avanzar sin rumbo, y sin perderse? Yo diría que sí, puesto que al fin y al cabo lo más importante es avanzar, continuar sin rendirse jamás, y seguir construyendo paso a paso un camino en este presente en pos de un futuro mejor.

¡Feliz y próspero 2012!



miércoles, 14 de diciembre de 2011

La rose des vents


A veces nos perdemos, ¿qué hacer entonces?

Un hombre va a intentar apañárselas como pueda, la mujer preguntará enseguida. Ninguno va a entender por qué el otro hace lo que hace ante un problema de ese tipo. Así estamos hechos y así debemos aceptarlo con una sonrisa.

Sin embargo, más allá de la clásica guerra de sexos de la que estamos aburridos de escuchar, insisto: nos perdemos, no tenemos ni idea de cómo retomar el rumbo, el terreno que pisamos es inhóspito e inexplorado. Estamos solos, no tenemos a nadie. ¿Qué hacemos entonces?

Las posibilidades son numerosas. Desplegamos un mapa, le preguntamos a google maps, estudiamos la posición del sol, de la estrellas si es de noche, analizamos la ruta de las aves migratorias, buscamos esos carteles de la carretera indicando direcciones y distancia, buscamos una oficina de información y turismo...

Antiguamente, los aventureros y alocados marinos se lanzaban a travesar el océano Atlántico sin la seguridad de un GPS, con tan solo una sencilla rosa de los vientos con la que analizar el horizonte, coronada por una flor de lis para no perder nunca el norte.

El océano es complicado, tumultuoso, insondable... Se muestra a veces tranquilo como también es capaz de desencadenar, súbitamente, la tempestad más cruel, la tragedia más desgarradora. Posee un fondo oscuro pero es transparente en su superficie. Como la vida. Es por ello que debemos en ocasiones sacar la Rosa de los Vientos que llevamos anclada en el corazón para no perdernos, y también para encontrarnos cuando ya no somos capaces de orientarnos.

Las circunstancias pueden ser difíciles en cualquier momento, y esa brújula que todos tenemos es la única capaz de apuntar hacia el presente y proporcionarnos la satisfacción de estar haciendo lo correcto, puesto que no se es más feliz por huir de los problemas o por eludir responsabilidades, sino por cómo se encaran esas dificultades. Estar perdido no es para nada productivo, sacar esa rosa de los vientos intrínseca a cada uno es lo único que produce el equilibrio emocional capaz de enfrentarlo todo.

Una rosa de los vientos que puede ser una persona, unos versos, un recuerdo feliz, un sueño, un proyecto, una película, una promesa, un dibujo, una canción o algo tan simple como una mirada. Cada uno tenemos nuestra propia brújula, la cual es diferente según la persona y no debemos dudar en utilizarla cuando nos hemos perdido, pues para algo la llevamos siempre con nosotros.






No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa.
(...)
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
(...)
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...



jueves, 8 de diciembre de 2011

Du rire et de l'oubli

"La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella, la borró igual que el departamento de propaganda. [...]
La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchar por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se reescriben las biografías y la historia"
Milan Kundera, "El libro de la risa y el olvido"

Magnífico autor donde los haya, que deja fluir en un torrente imparable de palabras todo el romanticismo y la irracionalidad de los hombres del modo más humano y coherente posible.

El mismo autor que decía que la felicidad es el anhelo por la repetición, he ahí una simple explicación a nuestro romántico anclaje al pasado. Un apego que a veces nos lleva a repetir también los mismos errores, si es que de tan humanos que somos, nos equivocamos, y aún a sabiendas de que nos hemos equivocado, somos incluso capaces de afirmar "y volvería a hacerlo".

Y volvería a hacerlo.

Again and again...

If only I had one wish, I'll want a million trillion lifetimes that I could spend with you, and fall in love with you, again and again...


lunes, 5 de diciembre de 2011

Un peu de "morriña"


Un arrebato de nostalgia que tuvo lugar hace ya varios meses cerca de Port Royal y que desembocó en una búsqueda Google que dio con un centro gallego en la otra punta de París. Y fue otro arrebato de iniciativa, de desafío a la rutina casera de cualquier dimanche soir, el que me llevó a conocerlo.

"A nosa casa de Galicia", es, además de un centro social donde hay un equipo de fútbol, un grupo de música y otras actividades, un bar-restaurante de lo más enxebre y sencillo. Acogedor y risueño, regentado por emigrantes quienes, como nosotros, sueñan con volver a España.

Pulpo á feira, Albariño o Ribeiro, patatas bravas, chorizo a la sidra, empanada, croquetas caseras y para rematar una tarta de Santiago. Todo acompañado por la TVE internacional. Sin duda el mejor analgésico contra la incipiente morriña.

Dónde? En el 91, rue du Ruisseau, muy cerca de la salida de metro de Porte de Clignancourt (línea 4).
Cuándo? Sábados y domingos durante todo el día hasta medianoche.

Teño o corazón senlleiro

e orfo na noite fría.

Non importa, agardaréi

polo albor do novo día.

Teño lobos, teño sombras,

teño a sorte fuxidía.

Non importa, agardaréi

polo albor do novo día.

Está mudo o reixiñol

que outrora cantar solía.

Non importa, agardaréi

polo albor do novo día.

Que está comigo a esperanza,

fiando, fía que fía…

Ela fía i eu confío

no albor do novo día.

Curros Enríquez