Esto era un sueño, un primer trabajo y una nueva vida. Una crêpe de chocolate ante una sonrisa azul que escucha una melodía envolvente mientras se pierde románticamente por las calles y entre las páginas de cualquier libro...

lunes, 13 de diciembre de 2010

Chapeau

¿Que qué tal el fin de semana? Pues chapeau. No hay mejor definición posible.

Después de una dura semana de trabajo y nieve toca un fin de semana sibarita, y parece que es sólo el comienzo de muchos como éste. Para no perder las buenas costumbres, el viernes no pude decir que no a una fiesta erasmus de arquitectura en un barco en el Sena donde acabé bailando los clasicos temazos de hoy y siempre a 1.5m bajo el fluir del río.

Como gran amante que soy del buen comer y del buen beber, el sábado tuve ocasión de asistir a una
soirée française y de goûter la fondue bourguignonne junto a una copa de buen tinto francés. Después concierto reggae improvisado por Oberkampf, al que le siguió un breve paseo a la orilla del Sena iluminado, con una conversación cuyas palabras se quedaron congeladas en el abrazo de la brisa nocturna y una vuelta a casa en vélo, disfrutando de las calles semidesiertas de un adormecido París de madrugada. Y el domingo levantarse sin prisas, con una sonrisa y un desayuno completo à midi con pain au chocolat recién salido del horno de la boulangerie. Y suena el móvil y dejas que el métro te lleve en un suspiro a Trocadéro. Y allí alguien que conociste en el avión el primer día que aterrizabas en París te informa que va a tocar con su grupo dentro de unas horas en un bar-barco frente a Nôtre-Dame, y sin tener ni idea del tipo de música que hacen convences a tu acompañante y vuelves a cruzar la ciudad para ir a comprobar que, efectivamente, hay gente que se convierte en ángeles con un instrumento entre las manos. Y que no hay nada mejor que vibrar, sonreír, bailar y disfrutar de las notas que hacen una guitarra española, una eléctrica, un xilófono, un clarinete, un chelo, un teclado, un acordeón y un violín. 17 Hippies, Kusturica y la alegre melodía de los Balcanes. Y todo eso rodeados por las mágicas luces del Sena...

Nunca se aprecia el fin de semana tanto como cuando trabajas. Cuando eres estudiante no tienes la obligación impepinable de ir a clase, y por eso cualquier día de la semana puede ser domingo si no tienes un examen al dia siguiente, y eso, la verdad, hace que no valoremos un festivo como se merece. Con todo esto puedo afirmar que, desde hace un mes, el viernes
le soir es muy especial.

Je me réveille avec un gros sourire dans des magnifiques fossettes... Plein d'énergie, plein de rêves même si j'ai pas encore des RTT suffisantes pour les réaliser, un peu fatiguée parce qu'il faut trouver le temps pour se reposer et on le trouve jamais, parce que je parle trop et, de plus, la vie est courte et le temps "s'en vol" presque sans que l'on puisse l'apercevoir...

C'est une toute petite écureuil qui court court court sans s'arrêter jamais jamais jamais n'importe les obstacles qu'elle trouve dans son chemin, n'importe que l'arbre soit trop grand pour arriver à toucher les feuilles les plus vertes. Plein d'espoir sous un ciel d'un bleu impeccable.

Il faut pas se prendre trop la tête et vivre, simplement vivre! Et surtout il vaux mieux vivre avec des remords qu'avec des regrets, alors,
qu'est-ce qu'on attend pour être heureux?!?

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